Hadas Del Agua

KORRIGANS

En los reinos élficos de Bretaña, las mujeres de las Fuentes, llamadas Korrigans llegan a la plenitud de su belleza y de sus poderes en las noches de luna llena, cuando celebren sus rituales y conceden a las aguas virtudes curativas, mientras entonan canciones tan bellas que la nche y todos sus habitantes se detienen a escucharlas. Después de peinar sus largas y rubias cabelleras con peines de oro, al ritmo del fluir de las aguas, se bañan en las fuentes sin dejar de cantar. Son descendientes, lo mismo que sus abuelas, las druidas sagradas de la antigua Galia, de los Korreds, elfos de las sombras, que viven bajo los dólmenes de la región. Al relacionarse con el agua se fueron haciendo cada vez más diáfanas y etéreas. Cuando llega la primavera celebran una gran fiesta en la que renuevan sus vínculos con la poesía e indagan los secretos de la sabiduría terrenal.

LAMIÑAKS Y LAMIAS

Muy próximas a las Korrigans se encuentran las Lamiñaks del País Vasco y Navarra, lamias en Cantabria y lumias en Galicia. Hay testimonios de que estos seres eran adorados en el reino de los suevos desde tiempos lejanos.

Como en anteriorres, son descendientes de los Korreds. La belleza de estas criaturas está limitada por algún rasgo animal, como tener, en vez de pies, patas de gallina o de oca, o pezuñas de cabras, aun cuando ellas sepan disimularlo. En algunos casos se las identifica con las ninfas o las hadas,  y en otros con las brujas.

Aunque la mayor parte del tiempo permanecen en las fuentes y los arroyos próximos a los dólmenes, viven en cavernas maravillosamente decoradas. Tanto estas hadas como las Korrigans tienen un marcado sentimiento antirreligioso, hasta tal punto que han ido desapareciendo a medida que se fueron levantando ermitas, monasterios, iglesias,, pues no soportaban las campanas ni los símbolos cristianos.

MOZAS DEL AGUA

En Cantabria se habla también de las Mozas del Agua, que salían de las fuentes y de los ríos vistiendo tunicas tejidas con hilos de oro y de plata. Tenían una estrella en la frente y llevaban anillos y brazaletes. Si algún mozo cogía algún hilo de sus madejas, ellas tiraban de él y lo arrastraban hasta el palacio donde tenían su morada. Allí, el mozo debía escoger como esposa a la más bella.

Son famosas las legendarias lavanderas del Cantábrico, que en las noches de luna llena lavaban sus preciosas ropas dejándolas con una blancura nívea, mientras golpeaban sus palas de madera en las tablas de lavar. Nadie las veía, pero todos escuchaban el repiqueteo rítmico que producía toda esta actividad nocturnal.

XANAS

Las xanas de Asturias son, según se dice, unas pequeñas mujeres de plata que salen por el ojo de las fuentes o por la espuma de las cascadas, dejan la ropa lavada más blanca que la nieve y la secan a la luz de la luna. En general van desnudas, aunque a veces se cubren con túnicas plateadas o velos transparentes, tienen largos y sedosos cabellos que peinan con peines de oro y, como las lamias, habitan en cuevas y fuentes, aunque se diferencian de éstas porque aceptan los símbolos cristianos. Algunos afirman que, junto a las xanas auténticas, hay muchas que acceden a ese estado por algún encatamiento. Por eso es por lo que, si alguien logra devanar entero un hilito de oro que tienen en el fondo de la fuente o de la cueva donde moran, se deshace el encanto que tenía cautivada a una joven en el mundo de las xanas, y la devuelve a la vida, desencantada y dichosa.

LUMIAS Y MOIRAS

En Galicia se habla de lumias y de mouras. Las primeras, más proximas a las lamiñaks, son de naturaleza perversa, las "malas fadas", les dicen. Personifican la mezquindad y la adyección, y hay una variedad que lleva a los extremos la maldad de estos seres: las brujasvampiros o "meigas xuxonas", que roban a los niños  les chupan la sangre. La mouras en cambio son seres benéficos. Bellas y dulces, algunas son auténticas damas del agua, y otras son jóvenes doncellas encantadas. Su máximo placer, que casi llega a ser una obsesión, consiste en peinar sus larguísimos y sedosos cabellos, no siempre dorados, sino también blanco platino de luna o negros como la noche. Sus moradas se encuentran sumergidas en pequeños lagos o en el fondo de pozos y manantiales, en ríos, y también en castros, minas y cavernas. Algunas habitan en los ríos, sobre todo en el Miño, otras en las fuentes de los ríos de alta montaña. Hay entre ellas hermosas señoras que hacen brotar el agua en las peñas que están bajo los castros, y pequeñas ninfas que habitan en las fuentecillas de los arroyos.

JANAS Y ONDINAS

Los rumores de la noche y la sonoridades acuáticas dan lugar al mundo mágico de janas y ondinas en los reinos leones. Estas criaturas, según creencias populares, dejan oír presencia nocturna en las fuentes, cuando el alma humana, en suspenso, precibe risas, cantos, voces que brotan del vasto silencio de las sombras.

La mayoría de los leonenses coinciden en la idea de que verse no se les ve, pero oírse sí se las oye, acompañadas de la música del agua y del sonido del viento entre los hayedos, entonan sus cánticos en la alta noche. Parece que las janas son las moras encantadas de las fuentes, íntimamente vinculadas con las ninfas grecolatinas. Algunos cuentan que hay alguna jana que vaga, por los alrededores de la fuente donde vive, de aguas frías y transparentes, purgando un pecado de amor, y que sólo se hace visible la noche de San Juan. Otra, dicen, cuida  un tesoro de dos escudillas de oro, mientras espera que alguien la desencante en esa noche mágica.

También se cuenta que uno de los lagos más profundos, el de Carucedo, se formó por la profusión de lágrimas que la ondina Carissia derramó,  enamorada de un general romano que dominó la región del Bierzo, y que la despreció por ser una ninfa astur.Tanto lloró, que la mítica ciudad de Lucerna donde vivía quedó anegada por el lago formado por sus lágrimas. Dicen que en la madrugada de San Juan, se puede entrever en el fondo de las aguas el reflejo de Lucerna, y, aunque nadie ha vistoa a la ondina enamorada, se cree que durante esa noche vaga por los alrededores esparciendo en suave aroma de rosas silvestres.

ASRAI

Unas bellas, exquisitas y pequeñas criaturas suben a la superficie de los fríos lagos ingleses, en cuyas profundidades moran, para contemplar la luna cuando ésta llega a su plenitud. Son las Asrai, que reciben el mismo nombre con que se denomina a las noches de plenilunio. Sus edades se cuentan por siglos, y sólo pueden asomarse a contemplar la luna una vez cada siglo, porque, siendo muy pequeñas, son su luz crecen. No pueden vivir en tierra, y si en algún momento un rayo de sol las tocara morirían, disolviéndose en charco de agua. Tienen una hermosa cabellera verde y pies con membranas como las ocas.

GLAISTIG

Equivalente de la variante más sanguinaria de las lamias, aunque las Glaistig las superan en crueldad. Esta temible deidad inglesa de las aguas es una mujer atrozmente fascinadora, que viste largas vestiduras verdes para disimular sus pezuñas caprinas. Seduce a los hombres para que bailen con ella y en el arrebato de sus giros, les sorbe la sangre, como hacen los vampiros. Contrastando con su maldad tiene una faceta bomdadosa, ya que con los niños y los ancianos se muestra afable, y además, en algunos casos, colabora con los granjeros cuidándoles el ganado.

En esta línea de seres mágicos perversos existen otras variantes en Inglaterra, que tal vez en un principio fueron una pura invención popular para asustar a los niños, manteniéndolos lejos del peligro de caer al agua si se acercaban a las orillas, y que, on el tiempo, adquirieron entidad propia. Entre ellos encontramos a Marga Powler y a Juanita Dientesverdes, que habitan en sendos ríos. Son unas horribles brujas verdes que se complacen en atraer a los niños al centro de la corriente y, una vez que se apoderan de ellos, los arrastran hasta el fondo del agua y los devoran.